La Feria de Sevila es una de las semanas más generadoras de residuos. Aunque ha habido avances muy significativos en materia de recogida selectiva al final, por su desastrosa gestión, cerca del 90% terminarán enterrado sin tratamiento previo en el vertedero Montemarta-Cónica.
Tras la lectura de los informes y su visita a la planta de Tratamiento de Residuos de Montemarta-Cónica, gestionada por Aborgase (Abonos Orgánicos de Sevilla), Ecologistas en Acción constata la antigüedad de la escasa maquinaria y la falta de personal en un vertedero que recibe 2.000 toneladas diarias de residuos municipales, incluidos escombros, voluminosos, biosanitarios y fracción resto.
Al vertedero más importante de la provincia de Sevilla llegan cada pocos minutos los camiones de 42 municipios, incluida la capital, cargados con la basura de casi un millón y medio de personas. En uso desde 1990 y en prórroga forzosa desde 2016, la planta sigue desarrollando su actividad con los presupuestos de 2013 prorrogados y sin Autorización Ambiental Integrada. Tampoco presenta cuentas de resultados desde hace años ni tiene Portal de Transparencia, entre las cincuenta irregularidades detectadas por el Tribunal de Cuentas(1).
La visita programada se ciñó al limitado recorrido ofrecido a los grupos escolares y los ecologistas no vieron ni las balsas de lixiviados (los líquidos más o menos tóxicos resultantes de la percolación a través de los residuos, que deben ser tratados especialmente), ni a dónde llevan los residuos supuestamente “no reciclables”, ni el vaso de inertes donde deberían acumularse los escombros para su clasificación y venta. Solamente estaban a la vista unas cuantas pacas de botellas de polietileno prensadas, mucha menos cantidad de lo esperable en una planta tan grande. De hecho, el Observatorio de Residuos Rethinking estima que el 86% de los residuos que entran en las instalaciones de Montemarta-Cónica termina siendo enterrado sin tratamiento previo, algo completamente prohibido por ley.
Por otra parte, el informe de Greenpeace y Rethinking ya destacaba el nefasto modelo de recogida selectiva vigente y los altos costes para las arcas municipales de la fracción resto, el contenedor gris de residuos mezclados. Según este informe, los envases ligeros, de papel-cartón o de vidrio contenidos en la fracción resto, no sólo son muy difíciles de recuperar, sino que ocasionan un enorme coste que terminan pagando los impuestos municipales. De momento, mientras no se aplique con firmeza la norma de “Quien contamina paga”, tanto Ecoembes como Ecovidrio se niegan a hacerse responsables de los envases no recogidos selectivamente. Una solución para recuperar hasta el 90% de los envases, que ha dado sobradas pruebas de eficacia, es el sistema de depósito y retorno, o sea pagar una cantidad por el envase que se recupera al devolverlo.
En cuanto a la recogida separada, sobre todo de biorresiduos, el único sistema que permite una recuperación óptima es el “puerta a puerta”, es decir, que se recoja un tipo de residuos en unos días concretos y en un sitio fijo. Con la nueva ley, los ayuntamientos son los primeros interesados en que se separe bien para pagar menos.
Aborgase reconoce que tiene que invertir y está construyendo una nueva línea de tratamiento de la fracción resto (los residuos no separados del contenedor gris, muy difíciles de gestionar) y una línea especial de compostaje aerobio de la materia orgánica del contenedor marrón recientemente incorporado a la recogida de Lipasam. También ha solicitado modificar el Plan Especial para mantener su actividad durante 30 años más y mínimo otros 30 años a partir de su clausura. Esta modificación ha sido inicialmente aprobada por la Junta de Andalucía a pesar de las numerosas irregularidades que acumula la empresa.
Ecologistas en Acción recuerda que la economía circular se basa en que los materiales duren el mayor tiempo posible; es imprescindible invertir y conseguir reciclar los residuos por lo menos según exige la normativa. Así, no sólo evitaremos las multas de la Unión Europea sino que dejaremos de perder los 16 millones de euros que valen en el mercado los materiales enterrados.
Una vez más es necesario que la Junta de Andalucía, los municipios afectados, principalmente Sevilla y Alcalá de Guadaíra, y la Mancomunidad de Los Alcores se unan e inviertan para poner al día el vertedero Montemarta-Cónica.
1. Octubre de 2021, https://www.tcu.es/repositorio/b64a6fd8-42b1-4175-90eb-62625cb2bd18/I1450.pdf